La respiración es el proceso por el cual nuestro organismo es capaz de captar oxígeno y transportarlo hasta el espacio alveolar para que se produzca un intercambio (CO2 y O2) con el espacio capilar pulmonar y evacuar el Co2 que se haya producido a nivel metabólico.
La respiración espontánea esa aquella que se inicia y se controla por el paciente. Volumen y presión sólo dependen de la demanda inspiratoria y la ventilación la realizan los músculos respiratorios del propio paciente.
La
presión intraalveolar en reposo es 0, en inspiración es negativa (-2,-3 cm de
agua) favorecer la entrada de aire atmosférico, y positiva en espiración (+2,+3
cm de agua) para generar la expulsión del aire. Así mismo, la cavidad pleural
se mantiene en una presión negativa para mantener los pulmones expandidos.
Se denomina ventilación mecánica a
todo procedimiento de respiración artificial que emplea un aparato mecánico
para ayudar o sustituir a la función respiratoria, pudiendo además mejorar la
oxigenación e influir en la mecánica pulmonar.
En
este caso el juego de presiones se invierte. En la inspiración el ventilador
artificial introduce aire a presión positiva en los alveolos (20-30 cm de agua)
y durante la espiración la presión intra-alveolar disminuye, permitiendo la
salida de aire.
En general, las situaciones que requerirán con
mayor probabilidad ventilación mecánica son: Post-operatorio de algunas
operaciones quirúrgicas, trastornos neuromusculares, patologías obstructivas
del aparato respiratorio, inhalaciones gases tóxicos, politraumatismos, grandes
quemados, sobredosis de fármacos y/o apneas no reversibles.
Un poco de historia de la
ventilación
La
primera aplicación experimental de la respiración artificial fue llevada a cabo
por Andreas Vesalio en 1543. En ella se conectó la tráquea de un perro a un
sistema de fuelles y logró mantenerlo con vida. En el siglo XIX surgen los
famosos pulmones de acero (Alfred F. Jones en 1864)
La
década de los 60 está marcada por el predominio de los ventiladores ciclados
por presión, que si bien no eran muy adecuados para la ventilación artificial
prolongada, cumplieron una importante misión en esta época.
A
partir de la década siguiente, comenzaron a ser sustituidos por los
ventiladores ciclados a volumen y tiempo, y partir de entonces el avance de la
tecnología ha permitido sustituirlos por otros más seguros sensibles a las
demandas ventilatorias de los pacientes
Tipos de ventiladores
*
Ventiladores con presión negativa no invasiva alrededor del tórax (subatmosférica):
ventilación
con presión negativa. Útil
en algunos pacientes con enfermedad neuromuscular que requieren ventilación a
largo plazo.
*
Ventiladores con presión positiva al interior de la vía
aérea (supraatmosférica): ventilación con presión positiva. El paciente gravemente enfermo sólo
se emplea ventilación con presión positiva.
- Invasiva: intubación
endotraqueal o cánula de traqueostomía. (cuando es necesario aplicar niveles
elevados de presión en la vía aérea para asegurar un intercambio gaseoso
satisfactorio)
-
NO invasiva: mascarilla oronasal o facial (pacientes con condiciones
patológicas rápidamente reversibles)
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